Muerte
1.- La Muerte:
"Nadie aprenderá a vivir si no ha aprendido a morir", así rezaba un viejo manual occidental sobre la muerte y el proceso de morir. El ser humano ha convivido desde siempre con el fenómeno de la muerte, temiéndolo y analizándolo con preocupación. Hoy en día diversas doctrinas se centran en este aspecto, como es el caso de la Tanatología y la Medicina forense.
El concepto de “muerte” ha variado a lo largo de la historia. Los egipcios decían que la muerte se producía por el “cese de la respiración, a lo que le sigue la detención del corazón en el momento de la muerte,el soplo de la vida se retira con el alma, la sangre se congela, las arterias se vacían y se produce la muerte”.
Lacasagne en 1902 la define como “cese de las funciones nerviosas, circulatoria, respiratoria y termo reguladora”.
Bonnet en 1967 la definió como el cese
definitivo e irreversible de las funciones vitales autónomas, cerebrales, cardiorrespiratorias y de oxigenación víscerotisular, con pérdida de la relación sujeto-mundo circundante y de su
condición de ente humano de existencia visible.
La muerte en general se puede considerar como el cese de las funciones vitales y puede deberse a: a) término de la vida que sobreviene como un evento natural o b) por la interrupción de la vida como consecuencia de un proceso no natural que puede ser patológico o traumático.
Podemos clasificarla de manera distinta en función a su causa, mecanismo que sigue o
tipo.
1. Causa de la muerte: es la enfermedad o lesión que produce el trastorno fisiológico responsable de la muerte del propio individuo. Por ejemplo una herida causada por una puñalada en el pecho.
2. Mecanismo de la muerte: no debemos confundirlo con el apartado anterior. Se trata pues de la perturbación fisiológica originada por la causa de la muerte, como puede ser una hemorragia.
3. Tipos de muerte: es cómo ha sucedido la causa de la misma. Los diferentes tipos
son: Natural, Accidental, Suicida, Homicida, Indeterminada, y Sin clasificar.
2. Fases de la muerte según Gisbert Calabuig:
1ª fase Muerte aparente: es aquella en que aparentemente desaparecen los fenómenos vitales. Disminuyen los latidos cardíacos, la respiración, la tensión, hasta llegar a estar inconsciente. El sistema nervioso tiene menos reflejos.
2ª fase Muerte relativa: prolongación de la agonía, se suspenden de forma efectiva y duradera las funciones nerviosas, circulatorias, respiración y siendo posible todavía mediante maniobras de reanimación, la recuperación en algunos casos.
3ª fase Muerte intermedia: se produce una extinción/desaparición progresiva e irreversible de la actividad biológica de los diferentes órganos y tejidos. No es posible recuperar la vida del organismo de manera unitaria.
4ª fase Muerte absoluta: desaparición total y absoluta de cualquier actividad biológica.
3.- Signos de Muerte
El cuerpo humano sufre tras la muerte una serie de procesos y transformaciones que nos
pueden ayudar a estudiar y comprender las circunstancias en las que tuvo lugar la muerte. Existen dos tipos de signos: a) los debidos al establecimiento de los fenómenos cadavéricos, y b) los debidos al cese de las funciones vitales.
1. Signos debidos al establecimiento de los fenómenos cadavéricos: Se trata de signos que por su naturaleza, implican una serie de cambios bioquímicos y estructurales en los tejidos.
◦ Enfriamiento: lo primero en enfriarse son los pies, las manos y la cara, después los miembros y el tronco, el hueco epigástrico y lo último la axila y las partes laterales del cuello. El cuerpo humano muerto va equilibrando poco a poco su temperatura con la del ambiente.
◦ Rigidez cadavérica: es una especie de envaramiento que invade el cadáver algunas horas después de la muerte. Los miembros se vuelven rígidos. En cierto número de casos comienza en la mandíbula a las dos o tres horas después de la muerte; transcurridas tres o cuatro horas se observa en la nuca, en el tronco, en las extremidades superiores; después de seis a nueve horas se extiende a todo el cuerpo y llega su máxima intensidad a las treinta y seis o cuarenta horas. Comienza a desaparecer a las cuarenta y ocho horas, y lo hace completamente a las setenta y dos u ochenta y cuatro horas.
◦ Deshidratación.: Por su efecto, los cadáveres pierden parte de su peso. Las zonas de la piel escoriada sufren ya, en los últimos momentos de la vida y en el cadáver, la desecación y el apergaminamiento. Momificación.
◦ Hipóstasis , o manchas de difusión: acumulación de sangre a nivel de los órganos internos, por efecto de la gravedad al detenerse la circulación.
◦ Livideces cadavéricas: En los cadáveres aparecen manchas aisladas, más o menos
difusas, que se forman en las partes declives del cuerpo.
2. Signos debidos al cese de las funciones vitales: la parada funcional irreversible de
cualquiera de los tres sistemas equivale a la muerte del individuo.
◦ Cese de la función respiratoria: como signo aislado carece de validez pues pueden darse casos de muerte aparente donde no haya movimientos respiratorios aparentes.
Las técnicas propuestas para su análisis son la auscultación directa, radioscopia o la electromiografía.
◦ Cese de la función circulatoria: paralización cardíaca y de la circulación periférica. Se
suelen estudiar los vasos del fondo del ojo con el oftalmoscopio.
◦ Cese de las funciones nerviosas: Diagnóstico de muerte cerebral.
3. Procesos de destrucción o transformación del cadáver
• Putrefacción
• Fauna cadavérica
• Transformación (saponificación o adipocira; momificación)
Por: Edwin Córdova Salomón
Vía: Medicina Legal y Patología Forense
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